El Monte Everest, conocido mundialmente como la cumbre más elevada del planeta, se ha convertido en un símbolo del desafío humano y la ambición. La reciente decisión del gobierno nepalí de incrementar en un 36% la tarifa de permiso para escalar esta icónica montaña marca un punto de inflexión en la dinámica del alpinismo comercial. En este artículo nos proponemos explorar las repercusiones de este cambio, las perspectivas de los guías locales y la probable reacción de escaladores tanto nacionales como internacionales.
En el trasfondo de esta decisión se encuentra la creciente presión sobre el ecosistema del Everest debido al auge del turismo relacionado con la escalada. Si bien el flujo de alpinistas ha beneficiado significativamente a la economía local, también ha generado serias preocupaciones en términos de sostenibilidad y seguridad. La necesidad de regular las expediciones y minimizar el impacto ambiental se torna cada vez más urgente. Este aumento en las tarifas podría funcionar como un medio para desincentivar la masificación en las rutas de ascenso, pero también responde a una forma de entender los recursos turísticos en Nepal, donde el alpinismo, el trekking y los permisos de escalada suponen más del 4% del PIB (1.600 millones de dólares).
A menudo, las críticas sobre éste modelo de negocio hacia el gobierno de Nepal se centran en que el aumento de precio en el permiso no se traduce en una mejora de la seguridad o en una limitación en el número de escaladores en la montaña, ya que las cifras de permisos no han dejado de aumentar, emitiéndose anualmente alrededor de 400 permisos.
A medida que el Everest continúa cautivando a aventureros de todas partes, es fundamental reflexionar sobre cómo esta nueva medida puede moldear el futuro de la escalada en una de las montañas más emblemáticas del planeta.
¿Lucha contra la masificación en el Everest o modelo de negocio?
El Monte Everest, reconocido como el pico más alto del mundo, ha sido un destino de gran atractivo para los alpinistas de todo el mundo. Desde que se abrió a la escalada comercial en la década de 1990, este majestuoso coloso ha visto un aumento significativo en la afluencia de escaladores, lo que ha transformado tanto la economía local como el ecosistema de la región. Sin embargo, en un contexto de creciente preocupación por la sostenibilidad y el manejo de los recursos, el gobierno nepalí ha decidido aumentar la tarifa del permiso de escalada en un 36% a partir de este año.
Primero, es esencial considerar el contexto en el que se produce este aumento en la tarifa de permiso. El alpinismo en el Everest se ha visto marcado por el crecimiento exponencial de la actividad turística y la escalada. Atraídos por la idea de conquistar el punto más alto de la Tierra, miles de escaladores y turistas han hecho del Everest un destino obligatorio. Sin embargo, esta masificación también ha traído consigo una serie de desafíos, incluyendo problemas de seguridad, congestión en las rutas de ascenso y un impacto ambiental considerable.
El aumento del 36% en la tarifa del permiso puede interpretarse como una estrategia para mitigar estos desafíos. Al elevar el costo de acceso a la montaña, el gobierno busca reducir el número de escaladores, promoviendo así una experiencia de escalada más segura y menos congestionada. Además, se espera que los ingresos adicionales generados por este aumento se destinen a programas de conservación y mantenimiento de la infraestructura necesaria para soportar la afluencia de visitantes. En este sentido, la decisión puede ser vista como un intento de equilibrar los intereses económicos de las comunidades locales con la necesidad de preservar el entorno natural del Everest.
Por otro lado, aunque este incremento puede disuadir a algunos escaladores potenciales, los guías y empresas de expedición de la región consideran que la demanda por escalar el Everest no disminuirá significativamente a raíz de este cambio. La reputación del Everest como un desafío personal tiene un peso considerable y motiva a muchos a asumir el coste adicional. Los guías y poblaciones locales, que dependen en gran medida del turismo de montaña para su supervivencia, sostienen que la esencia de la escalada y la atracción que ejerce este icónico pico continuarán siendo irresistibles, a pesar del aumento en las tarifas. En el fondo, Everest sólo hay uno.
El impacto económico del Everest y el alpinismo en la economía de Nepal
El alpinismo y las expediciones a montañas de 8000 metros representan una gran fuente de ingresos para Nepal. En general, cada año unos 200 millones de rupias van directamente a pagar salarios para habitantes de zonas de montaña. Tan sólo vinculados a agencias de trekking y expediciones, que casi superan el millar, trabajan 10,000 personas.
Según los datos de Nepal Mountaineering Association (NMA), el empleo de temporada supera los 50,000 empleos directos. Por tanto, el alpinismo y las expediciones se han erigido como el negocio principal de muchas familias y regiones enteras dependen de que el flujo de turistas de altura siga llegando.
Nepal, uno de los países más pobres de mundo ahora está convirtiendo al Everest en su fuente de ingresos. Su industria turística, que incluye por completo todos los servicios asociados a las expediciones ya supera el 10% del PIB (24,000 millones de dólares)
Desde marzo hasta mayo de 2022, se programaron 123 expediciones en los 27 picos de Nepal, con 968 permisos otorgados. Este número ha ido mejorando desde que se flexibilizaron los protocolos de COVID-19. De hecho, la temporada de primavera de 2021 vio el mayor número de equipos de expedición al Everest desde el inicio de la pandemia, con más de 400 permisos de escalada emitidos.
Tan sólo en el año 2022 las licencias de montañismo generaron aproximadamente 470 millones de NPR en ingresos para el gobierno. El Monte Everest fue el foco de 42 de los 123 viajes, con 319 personas intentando alcanzarlo en los primeros meses de 2022. Desde marzo hasta mayo de 2022, los ingresos por el permiso para escalar el Everest alcanzaron aproximadamente 400 millones de NPR. Para escalar el Monte Everest, un turista debe gastar a partir de ahora 15,000 USD por persona, lo que aumentará la recaudación estatal con creces.
Desde el año 1990 el permiso de escalada al Everest ha crecido a una media del 7,36% anual, muy por encima de la inflación anual acumulada en dólares del 2,5%. Los precios de los permisos no se han ido ajustando a la inflación, sino que han crecido casi un 200% por encima de ésta.
¿Cuánto cuesta escalar el Everest? Costes de expedición y segmentación del mercado
Escalar el Everest conlleva múltiples gastos: guías, porteadores, cocineros, equipo, alimentos, oxígeno embotellado, seguros y transporte hasta el Campo Base. Las expediciones más económicas rondan los $40,000, mientras que la mayoría supera los $60,000. En el extremo opuesto, agencias de lujo pueden llegar a duplicar esa cifra al ofrecer servicios extra en el Campo Base y ventajas personalizadas como múltiples guías Sherpa por persona.
Un viaje al Everest comienza con un vuelo desde la capital de Nepal, Katmandú, hasta el pequeño pueblo de Lukla. A lo largo de 6 a 8 semanas, los escaladores avanzan por la montaña a través de una serie de campamentos de altitud, y luego esperan una breve ventana de buen tiempo para intentar lanzar el asalto definitivo a la cumbre.
Un análisis del mercado muestra que los paquetes que las agencias ofrecen para escalar el Everest oscilan entre $35,000 y $160,000, pero el operador promedio occidental cobra $65,000. En principio, este precio incluye todas las tarifas asociadas al Everest impuestas por el gobierno nepalí: $11,000 ($15,000 a partir de 2025) por escalador para un permiso, $3,000 para un oficial de enlace (quien certifica cada ascenso), $2,500 para los doctores de la cascada de hielo (escaladores nepalíes que aseguran la ruta), una tarifa de facilitación de $2,500 y un depósito de basura de $4,000.
Además de la tarifa de $65,000, la mayoría de los escaladores deben gastar otros $10,000 a $15,000 en equipo (traje de plumas completo, botas de montañismo, crampones, saco de dormir), vuelos internacionales hasta Kathmandú, seguros de rescate en altitud y teléfono satelital/GPS. La esperanza: convertirse en uno del 29% de todos los aspirantes al Everest que logran llegar a la cima. Alrededor del 4% muere en el intento.
Estas nuevas regulaciones afectan de manera distinta a las expediciones económicas y a las de lujo. Las primeras pueden quedar más restringidas por los costes adicionales de permisos y seguros obligatorios, mientras que las agencias de lujo, al cobrar precios superiores a $100,000, tienen mayor capacidad para absorber cualquier cambio regulatorio. Esto podría llevar a un Everest donde las expediciones más exclusivas tengan un acceso más sencillo, aumentando aún más la segmentación económica entre escaladores.
Sin embargo, ha surgido un problema aún mayor para las agencias occidentales: un aumento de viajes mucho más baratos ofrecidos por empresas locales nepalíes.
Regulaciones adicionales para la escalada en Nepal en 2025
Las nuevas tarifas para ascender al Everest apenas son una parte de las nuevas reglas que Nepal implementará durante este año 2025. Entre las medidas están el acortamiento del periodo de validez de los permisos, aumento en el seguro obligatorio para guías de alta montaña y la exigencia de que cada dos escaladores contraten un guía o una expedición autorizada, una regulación que pondría fin a las ascensiones en solitario o los proyectos no comerciales.
Pero Nepal no es el único país que ha implementado reglas más estrictas para sus picos de 8,000 metros, China también acaba de incluir nuevas reglas, como la relación de 1:1 entre escalador y guía, uso obligatorio de oxígeno suplementario por encima de los 7,000 metros y la necesidad de haber escalado previamente una cima superior a 7,000 metros. Estas regulaciones han derivado en un mayor control de las expediciones, aunque a costa de un menor flujo de escaladores en comparación con Nepal. En el lado tibetano del Everest los costes de permiso ha pasado de $29,000 a $75,000.
El montañismo de altura, especialmente en las montañas de más de 8,000 metros, está redefiniendo el paisaje y la forma de entender el alpinismo. Regulaciones que antes sólo creíamos limitadas al mundo horizontal, aquel sujeto a tramas, corporaciones y burocracia no sólo han llegado para quedarse, sino que son quienes ahora definen las reglas de juego. El alpinismo comercial ha cambiado para siempre la forma de entender los Himalayas, también las 7 cimas más altas del mundo cuyo coste no ha dejado de aumentar ¿Será para siempre? ¿Cuál es el futuro de la montaña más alta del planeta?
Fuentes: Outside Online, Alan Arnette, Himalayan Database, IMF, Himalayan Times, Bureau of Labor Statistics (BLS), BBC.
Vaidya, R. (2023). Contribution of Mountaineering Tourism to Nepalese Economy. Nepalese Journal of Hospitality and Tourism Management 4(1):35-44


